Tiempos de lectura de la Biblia y el aprendizaje de la verdad
con miras a la constitución en la verdad

wTiempo de estar en la cima del monte bajo el resplandor placentero y agradable de Dios, permaneciendo con Dios, siendo infundido de Dios y resplandeciendo con Dios—W.M., Colombia

wLa Biblia no es un libro cualquiera. Toda la escritura es dada por el aliento de Dios (2 Ti. 3:16a), es decir, es la exhalación de Dios quien es Espíritu ¡Hoy por medio de leer la Biblia y también estudiarla puedo inhalar y respirar a Dios mismo!—A.DC., Brasil

wQue privilegio que el Autor del libro más maravilloso en todo el universo –la Biblia–, es mi porción cada día (Sal. 73:26). Por medio del exhalar de mi Dios estoy aprendiendo a disfrutar a Dios como el todo para mí—G.L., Ecuador

wInvertir tiempo en Su palabra propicia un encuentro con Su misma Persona. Independientemente de la porción Bíblica, cuando toco a Cristo, quien es el Espíritu, y que está corporificado en la Palabra, recibo la impartición de Él mismo que llega a ser mi porción—M.R., Puerto Rico

wEs maravilloso que haya un libro en el universo en el que el Autor, quien es todas las bendiciones, llegue a ser la porción del lector; así que yo lo hago mi porción, participando de Él y le disfruto por medio de acudir apropiadamente a la Palabra—K.K., Paraguay

wEste lugar está lleno de luz, todo se ve más claro al entrar en Su Palabra, la cual ha estado renovando mi mente y haciendo más real todas las cosas de la Biblia; Dios ha llegado a ser más mi porción y ha sido más disponible en cada lectura—W.L., Costa Rica

wDurante todo este tiempo, cuando más vengo a la Biblia de manera apropiada, más el autor de éste libro –Dios mismo–, ha llegado a ser la porción real, presente, práctica, disfrutable y disponible para mí—J.T., Honduras

wEn mi lectura de la Biblia y los tiempos de estudio, en esta atmósfera tan llena de luz, entrar en Su palabra es un tiempo que cada día anhelo, para, a cara descubierta mirar a mi Señor Jesus, permaneciendo bajo el resplandor placentero y agradable de Su persona—Y.R., República Dominicana

wAnteriormente mi lectura de la Biblia no tenía mucho significado, ahora hago todo lo posible por ejercitar mi espíritu y mi corazón; de esta manera no soy un lector más de la Biblia sino un buscador amante de Dios—A.G., Ecuador

wHabitando en el monte de Dios, en Su luz veo la luz. La lectura de la Biblia y el estudio de Su Palabra, ilumina mi corazón y trae el suministro de vida. En la atmósfera del Entrenamiento disfruto de Su semblante—J.G., Nicaragua

w¡Oh cuánto le amo! Cada día es una oportunidad de ser bendecida con Su presencia y espero con ansias este tiempo para mirarle cara a cara y disfrutar lo real que es. Ciertamente hay más de Él en mí hoyV.L., Costa Rica

w“Jehová es mi porción” (Sal. 73:26). Estoy disfrutando y tocando algo muy real. Cada día, todo el día. Cuanto más acudo de manera apropiada a la Biblia, más el Autor de este libro
Dios mismo– es mi porción insondable—C.B., Colombia

wCuando inhalo la Palabra siento un traslado de muerte a vida y algo fluye en mi interior, lo cual me trae iluminación, me conduce al camino por el cual debo andar y recibo la bendición de ser regada y vivificada—C.S., Brasil

wDescubrí que hay una persona maravillosa detrás de cada palabra leída; cada vez que leo la Biblia, Él se convierte en mí porción para siempre, porque lo puedo tocar y disfrutar como esa Persona real. Dios es la roca de mí corazón y mi porción para siempre (Sal. 73:26)B.M., Ecuador

wCada día he podido experimentar que al leer la Biblia, en ella encuentro la luz que necesito para caminar en la presencia del Señor, ya que en cada situación que me sucede puedo disfrutar de la vida que se imparte en mí al recordar Su palabra—M.R., Costa Rica

wEn ocasiones, cuando me sentí desanimada pude experimentar ser consolada y vivificada al ir a la Palabra, pues, donde la luz resplandece, allí la vida es suministrada y cuanto más le inhalo al Señor en la Palabra más voy exhalando lo que soy—S.L., Paraguay

wEn este semestre he experimentado el exhalar de Dios como el oxígeno que me mantiene con vida, el respirarle e inhalarle como el aliento en la Palabra. Toda la escritura es dada por el aliento de Dios, por lo que quiero ser aquel que se mantiene respirándole—D.F., Colombia

 wAl contactar al Señor y pasar tiempo en Su palabra, con mucha oración, puedo absorber a Dios en mi ser para que sea el elemento que me hace crecer. Podemos absorber al Dios Triuno por Su palabra en oración—D.P., Ecuador

wEn el Entrenamiento he experimentado que la Biblia es el único libro en el universo en el cual el Autor se da a mí como porción. El salmista declara: “Jehová es mi porción” (Sal. 119:52). Puesto que el salmista obedecía y guardaba la Palabra de Dios, entonces Dios era Su porción. ¡Esto es grandioso! En ocaciones me he sentido desanimado o algo cansado pero al venir a la Palabra, recibo a Dios como mi porción—J.S., Puerto Rico

wToda la escritura procede del aliento de Dios (2 Ti. 3:16) por lo que la misma contiene Su elemento, lo cual procuro respirar siempre al convertir Su palabra en oración, acciones de gracias y alabanzas—A.K., Paraguay

wAmo “EL LIBRO”; es el único libro donde el Autor llega a ser mi porción. Cada vez que abro este LIBRO y ejercito mi espíritu he podido recibir a Dios como luz, vida, salvación y consuelo; Sus palabras han llegado a ser dulces a mi paladar (Sal. 119:103)—D.A.G., Ecuador

 

 

 

 

 

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